"Engañarse duele mucho, no lo sentía así, hasta eso fue un engaño..."
La energía vital se agota.
No es que me considere una pila que se recarga con los fines de semanas, si no, que hay ciclos que cumplo y al final, siempre que trato de cambiar, de hacer cosas nuevas, de idear estupideces, todo termina en esto: perdido.
Ya se me hace costumbre andar casi mendigando una sonrisa. Se suponía que Septiembre traería los aires de esa primavera inspiradora, vital, que nos dejaría saciados de cariño y sol. Pero el primer día, Lunes está nublado.
No me siento nada bien.
Tengo unas ganas de llorar que sólo las detienen el uniforme de trabajo. Esta camisa con su bordado en el bolsillo izquierdo, que cubre mi corazón, y lo esconde del mundo.
Mi trabajo es un escape, y por más que reclame y patalee, me gusta lo que hago aquí, lo hago bien y soy bien reconocido. Cuántos de esos "gracias" serán reales?
No sé de verdad qué pensar, decir o escribir. Es difícil en este estado, es casi como tener una neblina cubriendo mis pensamiento, y que lentamente se vuelve viscoza, densa, y frenan mis movimientos, frenan mis ideas. Me cuesta pensar con claridad, sólo siento angustia, y esa picazón en la nariz de unas lágrimas cercanas.
Es horrible. Antes creía que era adicto a este sentimiento asqueroso, y que me hacía quien soy. Me engañé.
En este momento, quisiera cerrar los ojos, y no ver nada más. A nadie más, ningun correo ofreciéndome cosas, ningun mensaje de Whatsapp o Line, ninguna notificación absurda de Facebook, ni siquiera leer una burbuja de messenger, nada nada. Morir en mi cama.
Lentamente, por engañarme, pierdo algo de mi.
Olvidé hacia donde iba. Tendré que recurrir a mis amigos?
Lo único que tengo dentro es este orgullo inútil, que no ayuda a nada. Sólo sentirme peor.
Me regaña por mi sentir, y yo sin saber el origen de esto.
No es mi mejor día, ni el peor, pero la quimera que vive en mi interior, cayó en melancolía.
Cierro los ojos, y sólo veo unas manos que se estiran hacía mi, tratando de sacarme de esta oscuridad.
Quién será?, seré yo mismo?
(...)
No...